Internacional -
Referéndum en Escocia
'Europa está obligada a pintar nuevos mapas'
El escritor Bernardo Atxaga y el sociólogo Igor Calzada, ambos conocedores de la realidad escocesa, coinciden en que lo relevante en Escocia es que la tendencia independentista va ganando terreno.
Idoia Alberdi | EITB.EUS
Desde que el primer ministro escocés, Alex Salmond, revelara el pasado año la fecha de la celebración del referéndum de independencia de Escocia, el proceso está siendo seguido con mucho interés en Euskal Herria, sobre todo, por vascos que mantienen estrechos lazos con ese país, entre ellos, Igor Calzada, profesor en la universidad de Oxford, y el escritor Bernardo Atxaga quién conoce de primera mano Escocia. Entrevistados en Euskadi Irratia y Radio Euskadi, ambos coinciden en que lo relevante en este proceso es que el 'sí' va ganando terreno.
La clave del origen del proceso independentista, según Calzada, es la forma de entender la democracia tanto en Escocia como en el Reino Unido. El sociólogo ha destacado la cultura política de ambos países. "La cultura política de Escocia y también del Reino Unido son totalmente diferentes a lo que estamos acostumbrados en Euskal Herria y en el Estado Español. Se trata de una democracia mucho más madura que la nuestra", ha matizado. Calzada opina que aunque los independentistas no alcancen mayoría el próximo día 18, "Escocia acabará siendo independiente, la independencia viene para quedarse".
Preguntado sobre el marcaje económico del debate, el profesor vasco señala que es la clase obrera la que decidirá, en gran medida, el resultado del referéndum. "Entre la clase obrera ha habido, y hay, un sentido de estar dominados por la élite de Westminster, que ha generado una sensación de impotencia entre la clase media escocesa" y por ello, añade, que los escoceses quieren apartarse del Reino Unido no por "razones identitarias" sino porque "quieren un nuevo modelo socioeconómico".
A diferencia de Euskadi y Cataluña, en Escocia el debate soberanista no se ha dado en un contexto de "división social", sino en uno de "normalidad y estabilidad". Calzada destaca que en Escocia no existe ninguna división identitaria porque allí "las identidades conviven con total normalidad" y ello es gracias a la "cultura política" del país. Cree que la independencia llega a Escocia para quedarse y "en breve" Europa tendrá que empezar "a dibujar nuevos mapas" porque "se van a dar muchos casos como este en Europa, es una tendencia".
Identidad y tradición
El escritor Bernardo Atxaga, quién ha participado en numerosas ocasiones en el Festival Internacional del Libro de Edimburgo y conoce de cerca la sociedad escocesa, coincide con Calzada a la hora de destacar la cultura política de ese país. "Es un proceso donde hay un horizonte y un posible gran cambio que todos, partidarios y detractores, respetan", ha dicho.
También comparten que el debate y la principal clave del proceso es el modelo socioeconómico y no "los símbolos identitarios". "Se habla mucho de petróleo y es que desde el punto de vista de los escoceses ahora mismo el petróleo escocés sirve a los intereses de las grandes compañías y a los políticos que gestionan ese petróleo. Ese es el sentir de la gente, y sea verdad o mentira, eso hay que preguntar a la gente". La esencia de los nacionalistas escoceses a la hora de reclamar la independencia, ha indicado, se encuentra en la gestión de los recursos propios. Según Atxaga, hay referencias que aseguran que Escocia sería uno de los países más ricos de Europa si se independizara.
Pero aunque el hecho de que el debate económico sea innegable, en "Escocia también existe una tradición, una cultura, una identidad que no se pueden apartar del debate". El escritor de Asteasu, en referencia a la presencia del gaélico en el proceso independentista, opina que se percibe más que nunca su utilización en los actos de campaña y, a pesar de ser una lengua muy minoritaria, ha indicado, "existe, luego hay que construir sobre ese eje". "Ambas cosas, economía e identidad, tienen que caminar en paralelo", ha añadido.
Al igual de Calzada, Atxaga cree que Europa está obligada a "pintar nuevos mapas" porque, en su opinión, "hay muchas sociedades en Europa que no se sienten cómodas en sus unidades políticas". "Este proceso y similares convertirán a Europa dentro muchos años en algo muy diferente, habrá que dibujar otros mapas y en Euskadi, Cataluña y Escocia los mapas serán de diferente color", ha concluido.