Internacional -
Avión siniestrado
Ucrania condena las 'interferencias' a la investigación del siniestro
Además, acusa a los separatistas de incluso robar 38 cuerpos de la morgue de Donetsk. Se ha habilitado una zona de 20 kilómetros cuadrados para recuperar cadáveres y realizar labores de investigación.
Redacción
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha asegurado que no tolerará "interferencias" en la investigación sobre lo ocurrido con el avión malasio derribado el jueves con casi 300 personas a bordo en el este del país.
Poroshenko ha denunciado que los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa han visto dificultado su trabajo por las milicias separatistas en el lugar donde están los restos del avión.
Kiev acusa a los prorrusos de robar cadáveres de la morgue de Donetsk
El Gobierno ucraniano ha acusado este sábado a los separatistas prorrusos de obstaculizar la investigación del siniestro de vuelo MH17 y de llegar incluso a robar 38 cuerpos de la morgue de Donetsk, según un comunicado oficial de las autoridades de Kiev.
Según Kiev, los cuerpos han sido robados por personas "con fuerte acento ruso" que recogieron los cadáveres argumentando que eran "especialistas" que iban a realizar "su propia autopsia".
Además, las autoridades ucranianas han denunciado que los separatistas "están buscando vehículos grandes para transportar los cuerpos".
El llamado Grupo de Contacto acordó permitir trabajar en una zona de 20 kilómetros cuadrados a los especialistas de la OSCE. El Gurpo está formado por representantes de Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
"Las negociaciones a tres bandas terminaron con el acuerdo de que se creará una zona de 20 kilómetros cuadrados para que Ucrania pueda cumplir su tarea humanitaria, recoger los cuerpos y entregarlos a sus familiares", ha dicho Nalivaichenko, según medios ucranianos.
El acuerdo llega después de que los Observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) denunciaran ayer que no han podido acceder al corredor hasta el lugar en el que se estrelló el avión.
"Trabas"
Los expertos de la OSCE que han llegado al lugar donde hace dos días fue derribado por un misil un avión malasio se quejan de las trabas que ponen a su misión los milicianos prorrusos que custodian el lugar de la tragedia.
"Si ustedes no me dejan hacer mi trabajo me quejaré a (Alexandr) Borodái", líder de los insurgentes prorrusos, le ha dicho a un comandante de las milicias el suizo Alex Hug, jefe de la misión internacional de la OSCE para Ucrania, acompañada en el lugar de la tragedia por un grupo de periodistas entre los que está Efe.
A su llegada al lugar del siniestro, en un campo abierto junto a la localidad de Grabovo, en la región de Donetsk, Hug se ha enzarzado en una acalorada discusión con los milicianos a los que intentó convencer de que Borodái había permitido a la misión de la OSCE actuar con total libertad.
Rebeldes prorrusos
Las potencias occidentales culparon ayer a los rebeldes prorrusos del supuesto derribo del avión y, de forma indirecta, han responsabilizado también a Rusia de la tragedia por prestar apoyo a los separatistas.
Estados Unidos aseguró en el Consejo de Seguridad de la ONU que todo apunta a que el avión de Malaysia Airlines fue derribado de forma deliberada por un misil disparado desde un área bajo control de las milicias prorrusas.
"El avión (...) fue probablemente derribado por un misil tierra-aire, un SA-11, operado desde una zona controlada por separatistas en el este de Ucrania", dijo la embajadora estadounidense, Samantha Power.
Reino Unido y Francia
En la misma línea de Estados Unidos, el embajador británico, Mark Lyall Grant, denunció que Rusia ha suministrado "sistemáticamente" armas, equipamiento y apoyo logístico a los sublevados del este de Ucrania.
"El Reino Unido urge a Rusia a reflexionar cuidadosamente sobre la situación que ha creado. Urgimos a Rusia a cesar su política de apoyo a los grupos separatistas armados y sus acciones violentas", añadió.
También el representante francés, Gérard Araud, pidió a Rusia a dejar de respaldar la guerra en Ucrania y a demostrar con actos sus palabras en favor de una solución dialogada al conflicto.
En este contexto, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que lo sucedido requiere una investigación "escrupulosa y objetiva".
La ONU pide una investigación internacional
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el viernes una investigación internacional independiente para aclarar el siniestro del avión.
El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, que mantuvo un minuto de silencio por las víctimas, demandó además a todas las partes del conflicto ucraniano que ofrezcan acceso inmediato a la zona del suceso.
Para añadir más elementos a la incertidumbre y a la guerra de propaganda que rodea este suceso, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, siglas en ucraniano) aseguró haber captado una conversación en la que los rebeldes reconocen el derribo del avión de pasajeros. Aquí se puede escuchar:
Por su parte, Rusia ha asegurado que el jueves detectó actividad de radar procedente de un sistema ucraniano de misiles Buk.
Moscú, sin señalar directamente a Kiev como responsable del supuesto derribo, sí apuntó que la batería --Buk-M1-- se encontraba cerca del lugar donde cayó el avión. En concreto, informó de que estaba a las afueras de Stila, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Donetsk, según un comunicado recogido por la cadena RT.
Los milicianos encontraron la caja negra del avión, y dijeron que tienen intención de entregarla a inspectores internacionales. También permitirán el acceso de investigadores internacionales al lugar del siniestro.
Todos son sospechosos
El analista internacional de eitb.eus, Jesús Torquemada, ha explicado que "tanto el Ejército de Rusia como el de Ucrania disponen de misiles capaces de derribar aviones", por lo que, "a primera vista, todos son sospechosos".
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