Economía -
Gravámenes
Pradales se suma a Garamendi e Imaz en la crítica al impuesto estatal a bancos y energéticas
El lehendakari cree "que gravar las ventas y no los dividendos de las compañías no es el mejor modelo". El consejero delegado de Repsol ha calificado el impuesto de "populismo fiscal" y "discriminatorio", y el presidente de la CEOE considera que "sobran".
Agencias | EITB Media
Euskaraz irakurri: Pradalesek bat egin du Garamendirekin eta Imazekin bankuei eta energiari ezarritako zergaren kritikan
El consejero delegado de Repsol y expresidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, ha avisado este martes de que la inversión del sector energético en el Estado español se "ralentizará al mínimo" si se hace permanente el impuesto especial a las energéticas y las refinerías podrían cerrarse en esta década.
"Miles de millones de euros se desviarán a otros países. Es posible que, ante la dificultad de descarbonizarse, el sector del refino español vaya teniendo dificultades para mantenerse antes de que acabe esta década", ha afirmado Imaz en un extenso artículo que publica en varios diarios.
La multinacional siempre ha sido crítica con el gravamen del 1,2 % sobre la actividad no regulada de las grandes energéticas en España y el lunes se supo que Repsol materializará su inversión en un electrolizador de 4 megavatios (MW) en Sines (Portugal), mientras que en España siguen en 'stand by' proyectos con una capacidad de electrólisis de 350 MW.
"Ahora, el populismo fiscal va a penalizar esta actividad con un gravamen discriminatorio que imposibilita que esa inversión pueda llevarse a cabo. Si ya era difícil competir con la inversión energética en Estados Unidos, este golpe lo hace imposible", ha dicho en referencia a la intención del Gobierno español de hacer permanente ese impuesto.
El consejero delegado de Repsol ha considerado que este "impuestazo" es fruto del "populismo y la demagogia" o "simplemente" el "peaje a pagar para que Sumar siga sosteniendo un Gobierno".
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, también ha censurado la permanencia del impuesto extraordinario al sector energético que, ha advertido, "pone en duda" inversiones "milmillonarias" en España; y se ha mostrado "en sintonía" con Repsol, Cepsa y todas las compañías eléctricas.
"Son impuestos que sobran", ha reiterado Garamendi a preguntas de la prensa. Garamendi ha señalado que se trata de un impuesto que factura "sobre la facturación", que "se supone" que era transitorio de dos años y "parece que se quiere hacer permanente". "Ya empezamos a jugar el partido de alguna manera diferente", ha dicho.
Por su parte, el lehendakari Imanol Pradales ha defendido "que gravar las ventas y no los dividendos de las compañías no es el mejor modelo. Pero si se consolidaran estos gravámenes como impuestos permanentes, exigimos que se puedan concertar, porque tenemos capacidades fiscales propias".
Así, Pradales ha defendido que estos impuestos deben quedar bajo el control de las haciendas de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa si se convierten en permanentes, ya que el Concierto Económico no le da competencias sobre tasas temporales al Gobierno Vasco, pero sí sobre los impuestos permanentes.
Pradales ha anunciado su intención de tomar decisiones normativas sobre esos impuestos teniendo en cuenta que gravan sectores que generan mucho empleo en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV).