Economía -
Derrumbe del vertedero
Un año de la tragedia laboral y medioambiental de Zaldibar
Un año después continúan los trabajos para tratar de localizar el cuerpo de Joaquín Beltrán, uno de los dos trabajadores que quedaron sepultados bajo los escombros aquel trágico día.
E. L. | EiTB Media
Euskaraz irakurri: Urtebete pasa da Zaldibarren lan eta ingurumen hondamendia gertatu zenetik
Este sábado se cumple el primer aniversario del derrumbe de miles de toneladas de residuos industriales del vertedero de Zaldibar (Bizkaia), donde un año después continúan los trabajos para tratar de localizar el cuerpo de Joaquín Beltrán, uno de los dos trabajadores que quedaron sepultados bajo los escombros aquel trágico día.
Zaldibar Argitu! ha convocado este sábado movilizaciones, que se llevarán a cabo en Zalla, Etxebarria, Elgeta, Markina-Xemein, Eibar, Zaldibar y Ermua. Será una fecha para el recuerdo y la movilización también para la familia de Joaquín Beltrán, que ha organizado en su localidad de origen, Zalla, una concentración en su memoria.
El vertedero, un basurero privado gestionado por la empresa Verter Recycling, colapsó el 6 de febrero de 2020 y desató una conmoción en Euskal Herria. Además de una crisis medioambiental, provocó una tormenta política, con polémica entre los distintos partidos en fechas previas a las elecciones en la CAV, y también después.
Tras meses de búsqueda infructuosa, en agosto pasado se localizó el cuerpo de Alberto Sololuze, el otro operario desaparecido bajo los escombros. Desde entonces, el operativo de búsqueda sigue trabajando para localizar a Beltrán, todavía sin éxito.
Ha sido un año de periódicas movilizaciones ciudadanas en demanda de responsabilidades por el derrumbe, que es objeto de investigación judicial y por el que figuran como investigados tres responsables de la empresa gestora. También la Comisión Europa se ha interesado por lo sucedido e investiga los hechos.
Numerosas han sido las críticas desde los grupos de la oposición al lehendakari, Iñigo Urkullu, por la gestión del derrumbe. Al poco del desastre, la pandemia de covid-19 desplazó el siniestro en las portadas de los periódicos, aunque continuaron las peticiones de responsabilidades por parte de algunos partidos y organizaciones sociales.
Tras las elecciones autonómicas de julio pasado, en una nueva reedición del pacto PNV-PSE para conformar el Gobierno Vasco, hubo cambios en las carteras y Medio Ambiente, anteriormente gestionada por el socialista Iñaki Arriola pasó a ser responsabilidad de la nacionalista Arantxa Tapia.
Maquinaria pesada sigue en la búsqueda de Joaquín Beltrán. Foto: EFE
De sobresalto en sobresalto
La tragedia ocurrió hacia las cuatro de la tarde del 6 de febrero de hace un año, cuando se desprendieron miles de toneladas de residuos industriales almacenados en la escombrera. Esa misma tarde, bomberos y ertzainas comenzaron las labores de rescate de los dos trabajadores sepultados, en un primer intento, haciendo uso de palas. Los trabajos pronto quedaron suspendidos al descubrirse que la escombrera contenía residuos con amianto.
A la presencia de este material tóxico, se sumó después la contaminación en el entorno al registrarse durante días varios incendios en la parte alta de la escombrera por combustión de los gases almacenados en su interior.
De sobresalto en sobresalto, el 14 de febrero los análisis detectaron dioxinas en el aire en proporciones 40 veces superiores a los normales, originadas en los fuegos en el vertedero, que se extinguieron una semana después. El Gobierno Vasco recomendó entonces a los vecinos de Zaldibar, Ermua y Eibar que cerrasen las ventanas y no hicieran deporte al aire libre, y se suspendió un partido entre el Eibar y la Real Sociedad.
El 21 de julio, la Ertzaintza detuvo a tres directivos de la empresa, entre ellos el propietario de la escombrera, Luis Barinaga; y la administradora única de la empresa Verter Recycling 2002, Arrate Bilbao. Los detenidos, investigados por un delito de homicidio imprudente según trascendió entonces, quedaron en libertad provisional tras declarar en el Juzgado de Durango.
El 16 de agosto los equipos de rescate localizaron restos óseos en el vertedero, que, según confirmaron después las pruebas de ADN, correspondían a Alberto Sololuze.
La pasada semana se conoció que el Juzgado de Durango ha iniciado la causa contra Verter Recycling y tres de sus responsables por un presunto delito ambiental.
VÍDEO Marta Álvarez, cuñada de Joaquín Beltrán: ''No queremos que se selle el vertedero sin haber encontrado a Joaquín''
El de este sábado será otro día marcado en la "cronología" del derrumbe al cumplirse el primer aniversario del desastre. Mientras, la búsqueda de Joaquín Beltrán continúa. El Ayuntamiento de Zalla ha pedido, en una declaración institucional, que no se selle la escombrera hasta que se le encuentre.
El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, ha señalado que el Ayuntamiento ha venido defendiendo que, una vez que sea encontrado el cuerpo de Beltrán, se cierre la actividad de un vertedero que "ha generado ya el suficiente problema humano y ambiental".
En ese sentido, Estefanía Rojo, abogada de la familia de Joaquín Beltrán, ha afirmado que la mayor preocupación de la familia es que, "pese a que les consta que se le busca de manera exhaustiva y no se ha cesado, llegue un momento en que les digan que se sella el vertedero sin que le encuentren". "Es lo único que no aceptarían", ha añadido.
En declaraciones a Radio Euskadi, Rojo ha sostenido que la instrucción judicial se encuentra en una fase "muy inicial", por lo que es "imposible de saber" cuándo se puede celebrar el juicio. Por otro lado, ha aclarado que el hecho de que no hayan aparecido los restos mortales no tiene implicación judicial alguna, por lo que "ni agrava ni quita relevancia penal".
Según ha reconocido, la familia del operario desaparecido espera que, "más pronto que tarde", les den la noticia de que han encontrado algún resto de Joaquín. "Es su única aspiración y pretensión a día de hoy", ha añadido.
"A medida que pasan los meses las esperanzas disminuyen, pero de momento están buscando en una zona en la que hay bastantes probabilidades de que pueda estar y hasta que no se agote, la familia va a seguir convencida de que tarde o temprano van a aparecer", ha asegurado.
Por último, ha indicado que la familia de Joaquín Beltrán considera que "posiblemente por una infracción en las normas de cuidado a la hora de gestionar el vertedero, se provocaron daños en el lugar que generaron el desprendimiento y el fallecimiento" de su familiar, por lo que reclama un delito de homicidio imprudente.
Gaizka Zabarte, miembro de la plataforma Zaldibar Argitu, ha lamentado que, a pesar del "desastre ecológico y humano" generado por la escombrera, no se haya producido "ni una sola dimisión" en el Gobierno Vasco. Zabarte ha recordado que el vertedero, que desde sus inicios contó con el firme rechazo de vecinos y grupos de la oposición, fue instalado tras la realización de leyes y normas "ad hoc".
Según ha dicho, estos trámites permitieron que en mayo de 2011, 15 días antes de que el PNV perdiera la Alcaldía, obtuviera la licencia de actividad.
Pero pese al "cúmulo de despropósitos" que, según sus palabras, han acompañado su gestión, Zabarte se ha mostrado convencido de que la muerte de los dos operarios se podría haber evitado.
"Antes del derrumbe, Joaquín Beltrán había avisado de que había unas grietas alarmantes y, al mismo tiempo, la empresa había recibido un informe que determinaba la mala situación del vertedero. En lugar de desalojarlo, siguió con su actividad", ha lamentado.
Sabino Zubierrementeria, vecino del barrio de Eitzaga, una zona de caseríos localizada a pocos metros del vertedero, ha lamentado que, pese a la petición de los residentes, el Gobierno Vasco se haya negado a realizar un seguimiento médico a los 37 vecinos que se encuentran censados en su vecindario.
"Dos o tres personas tienen problemas respiratorios. Pueden ser por otra cosa, pero no se sabe", ha lamentado este residente, quien ha dicho que, pese a los residuos con amianto que alberga esta escombrera, las mediciones que el Gobierno vasco realiza en los terrenos "nunca" arrojan contaminantes.
Zubierrementeria ha afirmado que, en los ocho años anteriores al derrumbe, el vertedero venía siendo objeto de pequeños incendios, que no llegaron a provocar la alarma que generaron los desatados tras el desplome.
"Durante años había un olor penetrante, inaguantable, en el vertedero. Para nosotros han sido una desgracia durante todos estos años", se ha dolido.
La empresa Verter Recycling, gestora del vertedero, ha señalado, en la víspera del primer aniversario de la tragedia, que mantiene como prioridad "su colaboración" con los equipos de trabajo del Gobierno Vasco "para la búsqueda y recuperación del cuerpo de Joaquín Beltrán".
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha dicho que el Gobierno Vasco ha puesto en conocimiento de las autoridades judiciales todos los hechos relacionados con el desprendimiento del vertedero de Zaldibar y "va a exigir todas las responsabilidades de modo exhaustivo, riguroso y completo".
Urkullu ha respondido en el pleno de control del Parlamento Vasco a una pregunta del parlamentario de EH Bildu Mikel Otero sobre la gestión de este derrumbe.
Mikel Otero ha recalcado que es evidente que los controles sobre el vertedero "fallaron" y, aunque ha valorado que el Gobierno Vasco haya puesto muchos recursos para trabajar en el terreno, ha reprochado al lehendakari que dirija el peso de la responsabilidad de lo sucedido en la empresa Verter Recycling.