Economía -
CORONAVIRUS
Miles de llamadas para pasar la inspección desbordan a las ITV vascas
Los responsables de las estaciones de inspección aseguran que "están intentando atender a todo el mundo" y están redirigiendo a sus clientes a las citas previas por internet.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Ibilgailuen azterketa igarotzeko milaka dei jaso dituzte EAEko IATak
Miles de llamadas telefónicas de conductores cuya viñeta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducó durante el confinamiento han desbordado las estaciones vascas de revisión de automóviles que tratan de volver a la normalidad redirigiendo a sus clientes a las citas previas por internet.
Un total de cuatro empresas, TUV-Rheinland, Itasua, Itelink y Applus, gestionan las nueve estaciones de inspección de vehículos existentes en Gipuzkoa (Irun, Urnieta, Bergara y Zarautz), Bizkaia (Amorebieta, Trapagaran, Arrigorriaga y Zamudio), y Álava (Júndiz), que cuentan con autorización, al encontrarse en un territorio en la fase 1 de la desescalada, para abrir sus instalaciones desde el pasado lunes, si bien la mayoría optó por hacerlo el martes.
Las plantas de Urnieta e Irun fueron pioneras en levantar sus persianas el mismo lunes, una jornada en la que la primera de ellas recibió 36.000 llamadas y la segunda 12.000.
"En estas condiciones es imposible responder a todas las peticiones", ha explicado a EFE Alfonso Artola, director de TUV-Rheinland en la zona norte, quien aclara que aún así "se está intentando atender a todo el mundo", para lo que la mejor manera de gestionar la situación es solicitar cita por medio de la página web.
"El personal de administración ha estado a tope e incluso hemos notado que a la página web le costaba cargarse en algunos momentos, aunque luego ya no ha habido ninguna incidencia", ha destacado Itxaso Larrauri, responsable de comunicación de las instalaciones de Itasua.
En este momento, las distintas líneas ya funcionan "con normalidad", aunque tanto el personal como los clientes de las ITV han tenido que adaptarse a la nueva realidad marcada por los protocolos sanitarios y de seguridad, así como los cambios en el procedimiento de inspección de los vehículos adoptados para evitar la propagación del virus.
De esta manera, en las instalaciones se han colocado barreras entre el personal administrativo y los clientes y se han limitado el aforo a los diferentes espacios en la recepción, mientras que en la fase de inspección el trabajador no puede entrar al interior de los coches y el cliente no debe salir del automóvil.