Economía -
Sestao
El armador de uno de los buques de La Naval intenta llevarse su barco
Se ha presentado a medianoche con seis marineros, que han cortado las amarras. El comité y la dirección de la empresa estudian demandarlo "por los posibles daños causados".
Agencias | Redacción
Euskaraz irakurri: Navaleko ontzi baten armadorea barkua eramaten saiatu da
El armador Tideway/Deme del cablero Living Stone, uno de los buques en construcción en La Naval, ha acudido esta noche al astillero vizcaíno con la intención de llevarse su barco, aunque finalmente ha abandonado las instalaciones tras haber sido denunciado por la compañía, según ha podido saber el programa Egun on Euskadi de ETB.
El armador se ha presentado a medianoche en el astillero con seis marineros, que han cortado con una radial las estachas de buque —los cabos que unían a tierra— y han quitado las escalas del mismo".
Los servicios de vigilancia del astillero han dado aviso a miembros de la dirección y del comité. Éstos últimos finalmente han conseguido paralizar la actuación mientras el personal de vigilancia ha dado aviso a la Ertzaintza para que se personase en el lugar.
El buque "ha sufrido numerosos daños durante el suceso", según los trabajadores.
Los responsables de La Naval, que decidió a finales del mes de agosto solicitar concurso de acreedores debido a su situación financiera, denunciará al armador.
El comité también estudia presentar una demanda
El comité de empresa de La Naval ha acusado al armador Tideway/Deme de poner "en serio peligro la seguridad y salud de los trabajadores" por haber intentado llevarse "a la fuerza" un buque que "no está todavía entregado, ni cobrado". Ante este hecho, la representación sindical estudiará la posibilidad de demandar al armador "por los posibles daños causados".
En un comunicado, el comité ha denunciado que el armador se ha querido llevar el buque "sin tener la autorización, ni poner en conocimiento a la dirección del astillero de sus intenciones". En opinión su opinión, se trata de "un hecho gravísimo", dado que "ha puesto en serio peligro la seguridad y salud de los trabajadores del astillero vasco, así como el tráfico marino de la ría".
El comité de empresa cree que "la disparatada decisión del armador holandés podría deberse al temor a que el concurso de acreedores al que la empresa se dirige pueda inmovilizar el buque". Por este motivo, la compañía holandesa habría decidido llevarse el cablero Living Stone, y "dado que aún le quedan unos seis meses de trabajo para estar terminado, lo más probable es que su intención fuera llevárselo para terminarlo en otra parte", ha considerado la representación sindical.
