Economía -
Conflicto laboral
El Gobierno Vasco no apoyará el plan de Arcelor para la ACB de Sestao
Por su parte, el comité de empresa ha rechazado negociar con la dirección mientras el plan incluya puntos como reducción de plantilla y salarios.
AGENCIAS | REDACCIÓN
Euskaraz irakurri: Jaurlaritzak ez du babestuko Arcelorrek ACB Sestaorako duen plana
La consejera vasca de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, ha reiterado de manera contundente que el Gobierno vasco no aceptará el planteamiento actual que realiza la dirección de la empresa Arcelor para la planta de la ACB en Sestao, por considerarlo "inasumible".
"Los términos en los que se ha realizado no son asumibles ni para un gobierno ni para los trabajadores", ha aseverado.
La empresa plantea reabrir la acería para producir 10.000 toneladas al mes trabajando algunos fines de semana y propone, entre otras medidas, reducir a la mitad la plantilla y una rebaja salarial del 15%.
En una declaración de urgencia desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Tapia ha manifestado que "ambas partes estamos dispuestas a hacer esfuerzos para que esa planta siga abierta, pero siempre y cuando tenga una visión de futuro y unas garantías mínimas de mantenimiento de empleo, del trabajo y apertura de la planta más allá de 2020 y en unas condiciones adecuadas".
"No es posible asumir lo que se nos plantea. Lo dice el Gobierno y los trabajadores", ha añadido.
El comité de empresa no negociará
Por su parte, el comité de empresa de ACB no entrará a negociar el Plan industrial y social de la empresa si no hay "garantías de continuidad" de la actividad de la planta y ha asegurado que es "inasumible" en sus actuales términos.
En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa, Juan Carlos Díaz, ha dicho que la compañía actúa como una "apisonadora". En este sentido, ha señalado que no están dispuestos a entrar a negociar, en estos momentos, esta propuesta.
El presidente del comité ha indicado que hay numerosos puntos que no aceptan como la reducción de plantilla, de salario o tener que renegociar el ERE, entre otros, y con otros habría menos discrepancia, como los referidos a la flexibilidad.
Por ello, ha indicado que no van a aceptar este plan y que no entrarán a negociar salvo que la empresa presente garantías de continuidad de la actividad de la planta.