Economía -
Empresas en dificultades
¿Qué es un concurso de acreedores?
Es un procedimiento jurídico por el cual las empresas insolventes recurren a la justicia para poner orden en la situación y pagar sus deudas. El 94 % de los concursos desembocan en cierre.
Eider Garaikoetxea | eitb.com
El concurso de acreedores es un procedimiento jurídico que se pone en marcha cuando una persona física o jurídica se declara insolvente y no puede hacer frente a sus deudas de forma generalizada.
Se trata de un instrumento ideado para evitar los efectos negativos derivados de esa insolvencia, ya que protege a los más débiles, como los trabajadores (son los primeros en cobrar). Así, se aparta a aquellos que hayan podido influir en la mala situación de la empresa o que puedan beneficiarse del concurso. En resumen, el deudor recurre a la justicia para poner orden en la situación y pagar las deudas.
El concurso de acreedores abarca las situaciones de quiebra y de suspensión de pagos.
Este procedimiento puede ser voluntario o necesario, es decir, solicitado por un acreedor. Si es el deudor quien se somete al concurso, deberá presentar la solicitud dentro de los dos meses siguientes a la fecha en la que dio a conocer su estado de insolvencia.
Preconcurso de acreedores
Existe, sin embargo, un supuesto recogido en la reforma de la Ley Concursal de 2009, que da un pequeño margen temporal a las empresas en dificultades, que es precisamente el elegido por Fagor Electrodomésticos: el preconcurso de acreedores.
Con este mecanismo, el deudor no está obligado a presentar el concurso de acreedores y comienza a negociar con sus acreedores. Así, dispone de tres meses más para reconducir la situación. Superado ese plazo, la Ley obliga a solicitar al juzgado la declaración de concurso dentro del mes siguiente. La empresa, dispone por consiguiente, de un total de seis meses para reflotar la compañía.
Fases
El concurso de acreedores tiene dos fases principales: la de evaluación de la situación económica de la empresa y la de convenio o liquidación.
Estos serán los pasos a tomar en la primera fase:
Declaración del concurso. Se tomarán, si procede, medidas cautelares.
Se nombra un administrador concursal, que deberá realizar una memoria de la situación económica. Plazo para presentar impugnaciones y la rendición de cuentas.
Determinación de la masa activa.
Determinación de la masa pasiva.
Finalizados estos pasos, el deudor tiene la opción de realizar una propuesta anticipada de convenio de acreedores que permite poner fin al concurso y a sus largos trámites. Para ello ha de ser aceptada por la mitad de los acreedores y confirmada judicialmente. Sin embargo, el proceso no acaba ahí, para darlo por concluido hay que acreditar su cumplimiento.
Si no hay acuerdo con los acreedores, no se cumple lo pactado o si al concursante le interesa liquidar los bienes y pagar a los acreedores, se procederá a la liquidación de la empresa.
La amplia mayoría de los concursos desembocan en cierre
Según datos de 2013, el 94% de los concursos de acreedores que se inician desembocan en el cierre definitivo de las empresas y solo el 6% logra un acuerdo para reestructurar la deuda de la sociedad afectada.