Masacre copera

Los dieciseisavos de final han puesto punto y final a las esperanzas coperas de Real, Athletic y Eibar, pero la eliminación ha sido especialmente dolorosa (y preocupante) para rojiblancos y blanquiazules.

Mientras el Eibar caía pero mantenía el tipo ante el Celta de Juan Carlos Unzué, Real Sociedad y Athletic mostraban su peor cara ante Lleida y Formentera, dos equipos de Segunda B que están ya en octavos contra todo pronóstico.

Los donostiarras se autoinmolaron en menos de 45 minutos. 2-0 era el resultado del partido de Anoeta en el descanso, algo que unido al 0-1 de la ida presagiaba una segunda parte plácida y un pase asegurado a octavos. No fue así, los de Eusebio  echaron por la borda la eliminatoria en una última media hora vergonzosa, de las peores que se recuerdan en la capital donostiarra, y en la que el Lleida marcó tres goles que le valieron para sellar su pase a octavos.

San Mamés fue escenario de otra noche para olvidar. El equipo de Ziganda sigue siendo su peor enemigo: el equipo ni está ni parece que vaya a estar en mucho tiempo. El gol en el último suspiro del Formentera puso la puntilla a un equipo que hace ya semanas que desespera a los aficionados, y lo que es peor, al que no se le ve visos de recuperarse.

La continuidad en Europa sigue en el aire, y en Liga los leones están a seis puntos del descenso. La Real, al menos, tiene asegurado el pase a la siguiente fase en la Europa League y en Liga ocupan una cómoda séptima posición. Pero la eliminación copera escuece, y mucho, sobre todo por la forma en la que se produjo.

Sólo el Alavés sobrevive en la competición del K.O.