¡Hasta siempre, San Mamés!

No sé por donde empezar. Quedan pocos días para que San Mamés, nuestro San Mamés, empiece a ser derribado, y aunque la construcción de un nuevo campo es algo necesario desde hace ya años, eso no quita para que llegado el momento, la nostalgia nos invada.

En "La Catedral", el fútbol, y todo lo que a este deporte rodea, se vive de una manera diferente, especial. Puede sonar a bilbaínada, pero, en este caso, no creo que esté exagerando.

No es algo que solo destaquemos los aficionados rojiblancos, ya que los visitantes también tienen por costumbre resaltar el ambientazo y cariño que se respira en el campo del Athletic. No es por casualidad que reciba el nombre de "La Catedral": Pasión y buen fútbol en 105 x 68 metros.

A mí me hubiera gustado que mis hijos disfrutasen del sentimiento San Mamés, pero estoy convencida de que el nuevo campo acogerá los mismos sueños, emociones y momentos inolvidables que nuestro pequeño San Mamés nos ha regalado.

Es hora de rendir un merecido homenaje a nuestro anciano pero querido campo y pensar en el futuro, en nuevas instalaciones y en más seguridad y modernidad, pero sobre todo en más fútbol y retos.

En nuestras manos está (y cuando digo nuestras me refiero a afición, socios, jugadores y junta directiva) que San Mamés siga manteniendo el nivel mostrado hasta ahora en cuanto a afición y fútbol, y que siga despertando el respeto y admiración de todos los que nos visiten.

¡Hasta siempre, San Mamés!