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Música

Entrevista

Habia, la belleza de lo sencillo

Natxo Velez | EITB Media

El trío bajonavarro de voces e instrumentos de cuerda publica "Animalia naiz eta", un disco maravilloso. Hemos hablado con ellas.

  • Elena Haira, Maia Iribarne y Amaia Hiriart, Habia

    Elena Haira, Maia Iribarne y Amaia Hiriart, Habia

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El camino hacia la emoción es un gran misterio, afortunadamente, y eso hace que muchas veces recurramos a todos los medios a nuestro alcance para tratar de descifrar ese enigma y llegar a emocionar; creemos que cuanto más mejor, y amontonamos sin fin recursos y artificios (instrumentos musicales, arreglos, coros, recursos literarios...) hasta llegar a asquear en ocasiones a nuestros interlocutores. 

Animalia naiz eta (LagunArte, 2021), primer disco del cuarteto de cuerda y voz Habia, no puede estar más lejos de esa tendencia: emociona al oyente irremediablemente, pero lo hace desde la sencillez y la autenticidad en la composición e interpretación de Amaia Hiriart (chelo), Maia Iribarne (violín) y Elena Haira (viola).

En las diez canciones del álbum, las fabulosas voces y armonías vocales junto a la capacidad de los instrumentos de cuerda (desde las más dulces melodías de violín hasta los chelos más desgarradores) acompañan al y a la oyente en un profundo y agradable viaje.

La acertada producción del disco subraya la desnudez de los elementos vertebradores del grupo (cuerdas, voces y textos), en una apuesta que no hace más que reforzar Animalia naiz eta. Todo lo accesorio queda excluido, y se ha sacado mucho partido a la capacidad percusiva de los instrumentos de cuerda y a rítmicos coros en las voces, tal y como se puede comprobar en las canciones "Animalia", "Dilin dun dan" y "Allenderena" por poner algunos ejemplos. 

El resultado es un disco luminoso, que aporta un nuevo y resplandeciente envoltorio a varias letras y melodías populares y a los textos de algunos escritores clásicos (Etxepare, sin ir más lejos) y más modernos (Bitoriano Gandiaga, Joseba Sarrionandia, Manex Erdozaintzi-Etxart).

¿Cuándo recopilasteis todas las canciones que aparecen en el disco y cómo fue el proceso de grabación?

Nos juntamos por primera vez en 2019 para el espectáculo Animalia, a través de la compañía LagunArte y la asociación Clarenza. La mayoría de las canciones del disco Animalia naiz eta las trabajamos para aquel proyecto, aunque luego las hemos adaptado y hemos añadido otras.

El disco lo grabamos en febrero de 2020, durante cuatro días, en el estudio LagunArte de Bastida, con Patrick Fischer y Kristof Hiriart. Debido a la pandemia, no lo pudimos publicar en primavera según lo previsto.

En otoño, lo teníamos todo listo, pero hemos tenido que hacer algunos cambios por culpa de algunas complicaciones administrativas. Hemos vuelto a entrar en el estudio un año después para grabar dos canciones más. Ha sido un largo proceso, ¡pero por fin tenemos el disco!

Las canciones parten de otras canciones, letras populares y poemas. ¿Qué debe tener una canción para que llame vuestra atención y os invite a trabajar en ella?

Aunque no hayamos escrito o recopilado los textos, para nosotras tienen mucho sentido. Hablan de temas que nos emocionan personalmente: la libertad, la situación de las mujeres, la naturaleza… Vemos el conjunto como un grito de libertad.

Estos textos antiguos, además, tienen sonoridades interesantes para ser adaptados musicalmente. "Dilin dulun dan", por ejemplo, se puede tomar como un juego. Las palabras se entrelazan, jugando con la sonoridad, como una máquina que se pone en marcha y las deshace.

En la canción "Olerkia" también repetimos trundele, esa palabra tan especial. En su tiempo, era un grito relacionado con las cábalas. Se trata de un sonido que aporta un toque especial a la canción.

"Emazteen fabore" cuenta un montón de cosas diferentes. El texto de Etxepare nos emociona especialmente, porque creemos que todavía es actual. Las canciones "Txoriñoa kaiolan" y "Allenderena", por su parte, hablan de una sed de libertad invulnerable. Las letras de estas dos canciones nos parecen especialmente bellas, aunque sean muy duras.

Las letras de "Animalia" y "Urre handia" son de Gandiaga. Expresan desde una profunda humildad nuestro apego a la tierra y al medio ambiente en general. Fijan nuestras raíces en el disco.

Para terminar, la canción popular "Goizean goiz jeikirik" aporta un poco de ligereza a la lista de canciones, a través de su invitación a la diversión.

Centrándonos más en la música, ¿qué tiene que tener una canción de Habia para que la deis por finalizada, la añadáis al repertorio y os quedéis a gusto con ella?

Antes de nada, el texto, la canción o la adaptación tienen que dejarnos un eco. Eso es lo que nos empuja a hacerla nuestra y experimentar con ella.

De todas formas, es difícil dar por finalizada una canción. Nunca sucede, si entramos en detalles: siempre hay algo por mejorar, algo que intentar…

Precisamente, aunque hayamos afincado unas estructuras concretas para la grabación, puede que las cambiemos en algunos conciertos, que probemos nuevas cosas dependiendo del contexto o nuestras propias ganas en ese momento. Nos gustaría que nuestras canciones nos permitieran esa libertad para experimentar continuamente.

Habia

Habia. Foto: Kristof Hiriart.

Ya habéis hecho algunos conciertos. ¿Cómo explicaríais a quien no os haya visto aún cómo es un concierto de Habia?

Tratamos de que sea lo más completo posible. Pasamos por diferentes ambientes, intentando sorprender. Nuestro objetivo es despertar sin cesar la curiosidad del oyente. No sé si lo logramos porque nuestra propuesta está aún muy fresca, ¡pero tratamos de trabajar en esa dirección!

Si al finalizar el concierto la gente ha experimentado un viaje que no esperaba, para nosotros eso sería algo precioso.

¿Cuál es el concierto soñado por Habia?

Es complicado para nosotras imaginar el concierto de nuestros sueños. Lo que más nos llena son las experiencias diversas. Nos encantaría tocar en diferentes lugares de Euskal Herria, y, si nuestra música sale al mundo, será aún mejor.

Es cierto que disfrutamos mucho tocando en acústico, en espacios íntimos con el público cerca. Se crea un ambiente especial y nuestra unión y el sonido son más profundos. Pero también es un reto precioso tocar en escenarios más grandes. Se crea otra energía, y nos da la posibilidad de tocar nuestra música de una manera diferente.

La mayoría de canciones del disco han sido adaptadas y compuestas por Kristof Hiriart, que aparece en los créditos como "director artístico". ¿Cuál ha sido su labor y cómo habéis trabajado con él?

Todas las canciones las hemos elaborado con Kristof. Empezamos a trabajar con él en el espectáculo Animalia, ya que era quien gestionaba todo el apartado musical. Él fue quien trajo entonces todos los textos, músicas y adaptaciones. 

Ha sido muy enriquecedor trabajar junto a él, porque nos ha llevado continuamente a espacios que no esperábamos. Nos ha empujado a trabajar minuciosamente y a atrevernos siempre. Hemos aprendido mucho, y todo el proceso ha sido verdaderamente enriquecedor.

Algunas canciones que tocamos ya habían sido escritas o adaptadas por Kirstof, y las hemos amoldado a nuestro grupo. "Txoriñoa kaiolan", por ejemplo, ya la había trabajado en el grupo Bilika junto a Didier Ithurssary. También hemos podido trabajar con otros artistas: por ejemplo, la canción "Les veilleuses" la hemos hecho junto a Jérémie Ternoy.

Toda la compañía LagunArte ha estado muy cerca de nosotros durante todo el recorrido, desde la creación del grupo hasta ahora. Está claro que trabajar con ellos nos ha permitido llegar más lejos.

Siendo Hiriart percusionista, ¿no habéis tenido la tentación de vestir las canciones con algo de percusión? ¿O es la desnudez de las voces y los instrumentos de cuerda una apuesta estilística?

Como la formación de nuestro grupo es muy poco común y rara, hemos querido poner en primer plano nuestras voces e instrumentos, pero eso no quiere decir que hayamos dejado de lado totalmente las percusiones. En cierta manera, las hacemos con nuestros instrumentos, por ejemplo golpeando las cuerdas con el arco o creando ritmos. Buscamos diferentes maneras de tocar.  

¿Qué diríais que aporta cada una de vosotras al grupo?

A pesar de tener tres identidades musicales diferentes, las tres formamos una unidad. Nuestros instrumentos, al igual que nuestras voces, se mezclan y unen. Si alguna de nosotras no está ahí, todo cambia. Por tanto, es difícil decir qué función tiene cada una…

De todas formas, lo que es seguro es que aprendemos mucho unas de otras. Amaia nos da mucha energía y seguridad, por ejemplo dando todo sobre el escenario. Elena conoce perfectamente bien su instrumento, y nos ayuda mucho en cuestiones técnicas, además de tranquilizarnos mucho. Maia nos empuja a buscar armonías y formas de cantar diferentes.

¿Hay alguna forma de comprar el disco, además de vuestro perfil en Bandcamp?

Sí, de momento el disco se puede comprar en la tienda Elkar de Baiona y en Lurra, en Hazparne. Pero también lo vendemos en los conciertos; ¡así que la mejor opción es venir a un concierto! Además, se puede encontrar en todas las plataformas musicales en la red.

¿Qué futuro deseáis al grupo y al disco? ¿Qué camino os gustaría recorrer?  

Ha sido muy difícil compartir nuestra música durante este último año, así que ahora nos gustaría tocar tanto como sea posible. Tenemos unas ganas locas de compartir nuestro trabajo con la gente. Esperemos actuar en todo tipo de escenarios. Y quién sabe, a lo mejor empezamos a trabajar un nuevo repertorio. 

HABIA, en directo :

13 de agosto, 21:00. Guinguette La Joyeuse, Bastida

18 de septiembre. Larrakenea, Bastida

30 de septiembre. Atabal, Biarritz

29 de octubre. Aiete kultur zentroa, San Sebastián

12 de diciembre. Kultura euskaraz, Harri-Xuri, Luhuso

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